Prosa y versos para jóvenes

Prosa y versos para jóvenes

Las alas de la poesía.

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Cádiz, Andalucía, Spain
canastera de versos, alma de mujer... deseo tener las alas de la poesía. Espero de ti amigo lector, me sigas por este mundo mágico de la palabra. Aquí mis sueños, aquí mis desvaríos desde la cordura y la locura de ese alma que pretende no serte ajena. Espalda de papel. A flor de agua. Con el alma en pie. Blog© 2008

miércoles, 13 de agosto de 2008

Citas bajo el fuego

Cuando eran pequeños se pasaban piedrecitas bajo los alambres primitivos que hacían de frontera entre sus países. Por aquel entonces, Salám simulaba estar a punto de lanzarle una sobre la cabeza. Raquel emprendía carrera hacia sus campos haciéndose la asustadiza mientras se sujetaba el pañuelo, que sustraído a su madre, se empeñaba en resbalar de su cabecita girada constantemente hacia su amigo. La risa incontenible de la pequeña inundaba el aire de frescura.
Sus tiernos corazones desconocían aún el amor de los adultos pero se tenían constantes ganas de niños.

Aquella jornada pudo ser dramática. Escapados de sus hogares, el bombardeo aéreo les sorprendió al mediodía. Apenas tuvieron tiempo sus padres para recogerlos y en volandas emprender una carrera contra la mala suerte.
Al día siguiente, como si la tragedia carroñera no siguiese planeando sobre sus cabezas, de nuevo se encontraron en su lugar de juegos; porque si algo tienen los niños que no poseen los adultos, es la capacidad de jugar a la paz en tiempos de guerra y a la guerra en tiempos de paz.


Se citaron frente a frente en la alambrada viviendo otra guerra. Esta vez los adolescentes, ya habían descubierto el amor. Él apareció con la mirada prendida del color con que las castañas obsequian al otoño, ella llevaba las estrellas de oriente enredadas en su cabello ensortijado y un vergel en la sonrisa.
Acercaron sus labios entre las espinas de metal y surgió un fuego cruzado de besos, un enardecido combate de caricias cuerpo a cuerpo.
De repente se iluminaron de rojo los cielos, la ciudad estalló en llamas, y ellos quedaron allí, retando a la muerte en territorio de nadie. No sentían miedo. Ya habían pasado por eso.
……………………………………

Sobre cada tumba, un montículo de piedras diminutas almacenadas año tras año, sujetaban sus nombres grabados sobre una tabla de madera. Salam Mohamed. Raquel. Una a cada lado de la frontera; entre los dos, la alambrada, rosal espinado donde enredaron su amor .
Ni siquiera aparecieron en los periódicos como un lamentable caso de daño colateral.




*Con todo respeto, dedico mi humilde texto a la paz y memoria de los inocentes que han perdido y perderán la vida debido a la guerra. Conocedora de que tan sólo el amor, el respeto y la tolerancia entre los hombres son la esperanza.

"Desierto rosa" Sting & Cheb Mami

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