En un palacio de China,
por un jardín de naranjos,
pensativo va Chun Li,
meditando, cabizbajo.
Cuando era pequeñito,
jugaba con la princesa,
siempre dispuesto a cumplir,
¡las órdenes de," Su Alteza"!
¡Al escondite!
al escondite.
¡Al coger!
al coger.
¡Al trepar!
al trepar.
¡Caprichosa princesita!
no me tires de la trenza
o me voy de este palacio.
¡Niña tonta! Niña necia!
Convertido en mandarín,
frecuentaba otras princesas,
pero nunca olvidaría
a la de boca de fresa,
pómulos de porcelana,
ojillos, pitiminí
que le peinaba su trenza,
con peinetas de marfil.
¡Estaba loco por ella!
Hoy lo comprendió al fin,
cuando vio que desposaba,
sin él poderlo impedir.
¡Viajaría a Kapurthala!
¡Triste cuento!
¡Triste fin!
Bajo La Sombra Del Limonero
Hace 10 años
1 comentario:
Amiga mía estoy leyendo tus cosas y me estás llegando al alma, como siempre. besos
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